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domingo, 20 de julio de 2014

Iglesia Nuestra Señora del Pilar

Si algo hay en Araure con el cual podamos tocar a la historia, ese algo no es otra cosa que la Iglesia de “Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza”. Asentada en los valles que ayer ocuparon los indios Boraures, ha sido el único testigo mudo que ha presenciado los diferentes sucesos ocurridos en el añejo pueblo de Araure. Es el Monumento histórico colonial, que hace orgullosos a los araureños, ya que ante sus puertas desfilan constantemente los numerosos viajeros que pasan por estos llanos para presenciar la magia de la historia.  A ella muy bien pudiéramos relacionarla con esta afirmación de Uslar Pietri: “...tiene que ver esencialmente con ese proceso consciente o inconsciente de creación de formas, de concepción de actitudes por medio del mestizaje”, ya que en ella están presentes la teja de castilla junto al adobe puro y simple, producto de la tierra americana donde fue construida. Hacia el año 1701 el Prefecto de las Misiones Capuchinas en Venezuela, Padre Marcelino de San Vicente, hace un “Memorial” al Rey de España donde expone las necesidades materiales de la misión, sobre todo en el orden de provisiones de ornamentos para diferentes iglesias. Para ese entonces la Iglesia de Araure no se había comenzado a construir, no obstante en aquella Relación podemos leer: “...por cuanto la Villa del Pilar de Zaragoza consta de pocos vecinos por estar en los principios de su fundación y no tener iglesia, adornos ni ornamentos más que los que nuestra solicitud ha buscado, puede Vuestra Majestad mandar se le envíen ornamentos y un cuadro de la advocación y un tabernáculo para colocar el Santísimo, que en aquella tierra no hay artífices que lo hagan, y lo demás necesario para su adorno. Aquellos inicios fueron el principio de un largo y extenso trabajo que se prolongará por años. El templo comenzó a construirse en el año 1727, cuando el padre Francisco de Valenzuela inicia los trabajos. Con este fin, contrata al carpintero y tallista Don Gaspar de los Reyes para que realice el frontal que ocupará el Altar Mayor de la Iglesia. Con esto se inicia la construcción de un templo imponente para la época. Su erección ocasionaría serios trabajos, que requirieron de ciertas adaptaciones. Para ello fue necesario instalar algunos hornos para construir ladrillos y tejas, así como también hornos de quemar cal “para la prosecución de dicha fábrica”. Consta que en el año que se terminó habíantodavía en existencia “quinientos sacos de cal, cuatro mil ladrillos y de seis a ocho miltejas”. Ya en 1765, próxima a su conclusión, podemos ver una descripción de sus formas. En esa oportunidad el Juez Visitador Don Juan Antonio Montero, ante el notario Agustín Cedillo, con fecha 5 de diciembre, describe así el templo: “Iglesia de treinta y dos varas de largo y dieciocho de ancho, de tres naves con su presbiterio y sacristía, tres puertas principales y dos colaterales. Las portadas de ladrillo, y todo el cuerpo de la Iglesia y su torres de adobes, cal y ladrillos, y debajo de ella el presbiterio, cinco pilares enteros y dos medios por cada lado del cuerpo de la Iglesia, todos de ladrillos”. Y agrega: “...se haya la Capilla Mayor y Sacristía con
sus techos de obra limpia y alfarería, y seguido dicha Sacristía, un corredor con barandas y dos cuartos colaterales de la misma fábrica que la Iglesia; éstos con una puerta de una mano con candados y ventanas anexas, y la Sacristía con dos puertas de dos hojas y una de una mano y ... (ilegible)... de la iglesia en disposición de un ... (ilegible)... que se haya casi toda labrada con su techo de obra limpia. También un pedazo de solar de seis varas de frente y como cincuenta de fondo, contiguo de dicha Iglesia destinado para cementerio. También dos campanas de metal que estaban sobre dos palos que sirven de campanario, la una al parecer con el peso de seis arrobas y la otra de cuatro.  En ella fue bautizado el General José Antonio Páez y según la tradición, en 1813, entró a orar en su recinto. El Libertador Simón Bolívar antes del triunfo de la Batalla de Araure. En 1955 el templo fue declarado Monumento Nacional.





Fachada de la Iglesia


Fuente: Cronista de Araure

3 comentarios:

  1. Muy interesante, jamàs imagine que Josè Antonio Pàez fuera bautizado allì

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  2. La historia esta muy bonita aunque hace falta mas descripción de la misma... por lo menos quienes participaron en la construción de la obra.

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